Oviedo es la Capital Española de la Gastronomía en 2024 y, sin duda, se trata de una ciudad con una excelente oferta de hostelería. Pero a la hora de escoger restaurante en una ciudad desconocida, hay varias opciones: tirar de las guías habituales, fiarse de las valoraciones de Google o preguntarle a un amigo de la zona (si es que lo tenemos… y queremos que sepa de nuestra visita). Todo tiene pros y contras.

En las guías, muchas veces, aparecen siempre los mismos locales y, a menudo, con cierto sesgo elitista. Con Google, normalmente, es una lotería. ¿De verdad son fiables esas reseñas? Pero al gremio del taxi no se le suele tener en cuenta. ¡Craso error! Porque son vecinos del lugar que se pasan varias horas al recorriendo las calles de la ciudad y, además, lo hacen sin dejar de intercambiar impresiones con quien se sube en el asiento de atrás. No solo eso: muchos de ellos también desayunan, comen o cenan fuera de casa, así que se conocen los bares mejor que nadie y disfrutan de su oferta desde una perspectiva muy popular. Nada que ver con los enfoques de la prensa y demás prescriptores o influencers.

Al preguntarle a los taxistas de Oviedo por sitios en los que comer, de hecho, enseguida surgen nombres que no suelen estar en el radar de los foodies que viven pegados a TikTok o Instagram. Aunque, bueno, tampoco es que se pongan a recomendar a la primera de cambio: «Antes hay que indagar para saber cuánto se quieren gastar y qué tipo de comida buscan», señala Vanesa, que lleva 16 años al volante en la capital de Asturias.

«Oviedo se ha puesto las pilas»

Mientras esperan en la parada de taxis de la Plaza Porlier, Rafa (32 años de experiencia en el taxi) asegura que «Oviedo ha ganado mucho» últimamente y que la ciudad «se ha puesto las pilas».

Al preguntarles por sitios para desayunar, Rafa menciona El Sublime, en la céntrica calle Progreso, al lado de Correos, porque, más allá de los cruasanes a la plancha o los sándwiches, tiene «mucha variedad, con todo caliente y recién hecho». Pero también los bocadillos de La Bellota. Vanesa, por su parte, habla de la cafetería del Bingo Fortuna porque tiene de todo: pinchos calientes, muchas tartas, platos combinados. «Está rico y es barato. Suelo ir a desayunar los fines de semana», explica.

Zoilo, por su parte, propone la Cafetería Santa Cristina, junto a la estación de tren, porque abre muy temprano (7.30) y porque tiene una amplia oferta de cruasanes, pinchos y bollería. Al preguntarle por un buen pincho de tortilla, en cambio, sugiere el Hiedra, un local al que acuden muchos taxistas («hace un rato estábamos ahí 15»), en la zona del Estadio Carlos Tartiere.

Fabada, cachopo y menú del día

Para comer de menú, Rafa propone el Bar Cubia en la calle Piñole («está en auge») porque siempre suele tener pote, fabada o callos. «Todo autóctono y todo casero. Está triunfando», explica. Pero también le gusta El Gaiterín, en San Claudio, «porque es muy bueno en todo y la carne es fantástica». Sugiere, de hecho, los «cachopines de setas y queso de cabra». Jose, por su parte, asegura que «La Paloma tiene mucha fama, tanto en vermú como en comida».

Para disfrutar de un buen cachopo, hay muchas opciones. Vanesa recomienda el ganador del primer Concurso Asturiano de la especialidad: el céntrico La Corte de Pelayo («se desayuna y se come, todo bien»). Pero también surgen nombres como El Fartuquín y Las Tablas del Campillín, junto al parque del mismo nombre. A Zoilo, en cambio, solo se le ocurre un nombre: la sidrería El Naranco, en la calle Menéndez Pelayo, porque es «de los primeros sitios que cogieron fama» y trabaja el cachopo de tamaño XXL».

En lo que se refiere a fabada, tanto Rafa como Vanesa coinciden en recomendar Casa Chema, que está «a las afueras de Oviedo, en El Cordial», porque ganó el premio a la Mejor Fabada del Mundo y han mantenido la calidad, tanto en las fabas como en el compango.

Sidrerías y restaurantes de nivel

Pero la gastronomía de Asturias no se disfruta del todo hasta que se entra en una buena sidrería y ahí coinciden todos los taxistas consultados: «A los que preguntan les mandamos a Tierra Astur y quedan todos encantados», explica Jose. «Por la decoración y por cómo van vestidos», apunta Vanesa. «Pero es que además han vuelto a poner de moda las espichas, los jueves, con comida y bebida sin parar a un precio cerrado».

La calle Gascona es «la calle de las sidrerías» en Oviedo —y ahí, justamente, es donde está el local más grande y moderno de Tierra Astur—, pero Zoilo también menciona algunos locales interesantes alejados del centro: La Jefa, Casa Pepita, El Calderu…

Al preguntarles por los mejores restaurantes de la ciudad, sin que el presupuesto sea —en este caso— un factor a tener en cuenta, Vanesa apuesta por Los Corzos, a las afueras de Oviedo, porque tiene una «muy buena parrilla». También mencionan NM, la última estrella Michelin de la ciudad. Pero la mayoría de los nombres se repiten: Del Arco, Casa Conrado y Suárez Bocamar, Casa Lobato (un local fundado en 1898 en el que, según Rafa, tienen platos de «boda buena», como pixín amariscado) y, sobre todo, el legendario Casa Fermín, famoso por su fabada y sus pescados.

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